'Infante Terrible' es el calificativo con que fue apodado Lee Alexander McQueen, el menor de una familia de seis hermanos.
Y no precisamente fue ésta la que instituyó el apodo, sino la forma en que se dio a conocer en el mundo del diseño: su rebeldía reflejada en sus primeras colecciones y su habilidad para impresionar a los espectadores en sus desfiles con presentaciones descabelladas y diferentes al resto.
Desde el inicio de su carrera las circunstancias fueron poco convencionales. Tras haber dejado la escuela a los 16 años para convertirse en aprendiz de sastre con los expertos de Saville Row, aplicó para trabajar en Central Saint Martins College of Art and Design como tutor de corte de patrones, pero por su impresionante portafolio la directora lo convenció de inscribirse en la carrera.
La colección que elaboró para graduarse como Maestro en Diseño de Modas fue adquirida en su totalidad por Isabella Blow, editora de la revista londinense Tatler, e icono de moda.
A ella se le acredita el haber descubierto a McQueen y jugado un papel muy importante en el desarrollo de su carrera (hay quienes dicen que incluso el suicidio de Blow, hace tres años causó un fuerte impacto en el diseñador y pudo haber tenido algo que ver con su propia decisión de quitarse la vida).
El "hooligan del diseño inglés" como otros lo apodaron, comenzó por impactar con los pantalones de corte muy bajo conocidos como bumsters y aunque controversiales, a partir de su presentación en pasarela este corte se industrializó.
Otro de sus trademarks (marcas de estilo) más reconocidos fueron las calaveras plasmadas en sus diseños. La mascada con este símbolo necrófilo, primero al cuello de celebridades como Kate Moss, Mary Kate Olsen, Keira Knightley, Liv Tyler, y Kiley Minogue, entre otras, dio la vuelta entera al planeta.
Sin embargo no sólo se dedicaba a la elaboración de prendas perturbadoras. Todo el tiempo que pasó Savile Row –durante el cual incluso elaboró trajes a la medida para el Príncipe Carlos de Inglaterra y Mikhail Gorbachev– bien le valió su reconocido talento en la confección impecable.
Por ello en 1996 Bernard Arnault lo contrató para sustituir a John Galliano como director creativo de la firma Givenchy.
En esta casa tuvo altos y bajos, su primera colección no fue bien aceptada y, aunque siempre se sintió limitado, poco a poco obtuvo más confianza para crear de acuerdo a los lineamientos requeridos.
Si algo fue relevante mientras estuvo en Givenchy es el origen de sus espectaculares shows en donde la belleza y el terror se contraponían. Espectáculos que dejaban a sus invitados llenos de inspiración o boquiabiertos.
¿Quién no recuerda la impactante pasarela en la que la modelo Aimme Mullins (quien había sufrido la amputación de sus dos piernas) recorrió la pasarela sobre dos filamentos tallados en madera, en donde unos robots disparaban pintura de colores sobre los hermosos vestidosblancos que presentó el británico?
Esta función dio paso a otras como cuando las modelos posaban dentro de aros de fuego, o cuando caminaban bajo una tormenta con sus haute couture empapados. Memorable también fue la ocasión en la que caían pétalos naturales en el corredor mientras una mujer desfilaba con un vestido hecho de flores frescas.
Cuando Kate Moss se vio envuelta en el escándalo por sus adicciones en el año 2005, él le rindió tributo poniendo en su desfile de París un holograma en tercera dimensión y así, una a una, las distintas marcas fueron retomando la confianza en ella y la volvieron a contratar para sus campañas.
Ni qué decir de su amor y fidelidad de hijo, adoraba a su madre. Su profesión en genealogía que la llevó a descubrir que sus antepasados eran excavadores de tumbas en Escocia, fascinaba a Lee.
Algunos aseguran que fue el fuerte vínculo con su madre, y su reciente deceso, una de las causas que lo hicieron tomar la decisión de apagar para siempre su vida.
(Galindo, S., & Griffin, M. (2010, abril 14). La intensa vida de alexander mcqueen. Tomado de http://mexico.cnn.com/entretenimiento/2010/04/14/la-intensa-vida-de-alexander-mcqueen-el-rebelde-del-diseno)
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